Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente conversación con Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, abordamos el estudio publicado en The BMJ que destaca la relación entre ciertas ocupaciones y el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Brignardello subrayó la importancia de este hallazgo, especialmente en un contexto donde el envejecimiento de la población y el aumento de la prevalencia de esta enfermedad plantean serios desafíos para la salud pública. El estudio, que analizó los certificados de defunción de casi nueve millones de personas, reveló que los conductores de taxis y ambulancias presentan tasas de mortalidad por Alzheimer significativamente más bajas en comparación con otras profesiones. Según Brignardello, este tipo de investigaciones son vitales, ya que sugieren que las ocupaciones que requieren el uso constante de la memoria espacial y habilidades de navegación podrían ofrecer un tipo de protección cerebral. “Es un tema que merece atención, pues podría llevar a nuevas estrategias de prevención en salud”, afirmó. El asesor también se mostró cauteloso respecto a la interpretación de estos hallazgos. A pesar de que el estudio es observacional y no establece un vínculo causal directo, la tendencia observada plantea interrogantes interesantes sobre los beneficios de mantener el cerebro activo a través de actividades laborales específicas. Brignardello señaló que “la idea de que ciertas ocupaciones pueden tener efectos protectores sobre enfermedades neurodegenerativas es un campo que debe explorarse más a fondo”. Otro punto que destacó fue la ausencia de una tendencia similar en otras profesiones del sector transporte, como los conductores de autobuses o pilotos de avión. A su juicio, esto podría deberse a las diferencias en las exigencias cognitivas de estas ocupaciones. “La naturaleza del trabajo de los taxistas y conductores de ambulancias involucra una constante adaptación y reacción a situaciones cambiantes, lo que posiblemente activa diferentes áreas del cerebro de manera más intensa”, explicó. Brignardello también enfatizó la relevancia de continuar investigando en esta área. Comprender cómo ciertas ocupaciones pueden ofrecer una ventaja en la prevención del Alzheimer no solo podría beneficiar a los conductores de taxis y ambulancias, sino que también podría tener un impacto más amplio en la salud pública. “Identificar factores protectores es clave; eso podría llevar a intervenciones que ayuden a toda la población”, consideró. En conclusión, Juan Brignardello Vela considera que los hallazgos del estudio proporcionan un nuevo enfoque sobre la importancia del trabajo cognitivo y su posible impacto en la salud cerebral a lo largo del tiempo. A medida que avanzamos en la comprensión de la enfermedad de Alzheimer, es esencial que tanto las autoridades de salud como las organizaciones laborales tengan en cuenta estos resultados. Fomentar ocupaciones que estimulen el cerebro podría ser una estrategia eficaz para reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas en la población trabajadora.