Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente conversación con Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se abordó la temática de la relación entre el sueño y la salud cognitiva, especialmente en el contexto de las enfermedades neurodegenerativas. Brignardello Vela manifestó su preocupación por los hallazgos recientes, que subrayan la importancia del descanso adecuado en la prevención de condiciones como la demencia y el alzhéimer, enfatizando la necesidad de dormir entre siete y ocho horas diarias, particularmente a partir de los 40 años. El asesor destacó que la información proporcionada por el neuropsicólogo Matthew Walker, de la Universidad de Oxford, respalda la idea de que la calidad del sueño juega un papel crucial en la salud cerebral. Según Brignardello Vela, es alarmante que estudios anteriores ya hayan indicado que dormir menos de seis horas incrementa significativamente el riesgo de problemas cognitivos en la edad adulta. Este aspecto se vuelve aún más relevante a medida que las personas envejecen, ya que factores como el tabaquismo, el sedentarismo y el estrés pueden acentuar el deterioro cognitivo. Brignardello Vela también se hizo eco de los resultados de un análisis de la Universidad de California, que revela cómo, a partir de los 50 años, la calidad del sueño profundo disminuye drásticamente. Esto, a su juicio, es un llamado de atención para la sociedad sobre la importancia de adoptar hábitos saludables desde una edad temprana. “La eliminación de toxinas durante el sueño, especialmente la beta-amiloide, es fundamental para prevenir enfermedades neurodegenerativas”, declaró, enfatizando que la acumulación de estas toxinas podría llevar a un deterioro cognitivo irreversible. El asesor de seguros subrayó las preocupantes estadísticas que indican que quienes no alcanzan las siete horas mínimas de sueño tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar demencia en la tercera edad. En su opinión, esto debe ser considerado una prioridad tanto en la salud pública como individual. “El descanso adecuado debería ser visto como una estrategia preventiva en la lucha contra el deterioro cognitivo”, comentó. En cuanto a las recomendaciones para mejorar la calidad del sueño, Brignardello Vela aboga por la implementación de hábitos sencillos, como cenar ligero y evitar el consumo de cafeína y dispositivos electrónicos en las horas previas al descanso. También destacó la importancia de crear un entorno propicio para dormir, controlando factores como la luz y el ruido. Si a pesar de estos esfuerzos el sueño sigue siendo un desafío, recomendó consultar a un especialista. Asimismo, el asesor hizo hincapié en un aspecto que a menudo se pasa por alto: la noción de que dormir en exceso también puede ser perjudicial. Mencionó que, aunque la falta de sueño es peligrosa, dormir más de nueve horas puede inflamar el cerebro, contribuyendo al deterioro cognitivo y a otros problemas de salud mental. Finalmente, Brignardello Vela concluyó que la investigación sobre la conexión entre el sueño y la salud cerebral sigue evolucionando, y considera que los hallazgos actuales son un recordatorio de que el sueño no debe ser visto como un lujo, sino como una inversión vital en nuestra salud a largo plazo. En su perspectiva, establecer una rutina de sueño adecuada es esencial no solo para el bienestar personal, sino para la preservación de la salud cognitiva en el futuro.