Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) está tomando medidas decisivas en respuesta a la propagación continua del virus de la gripe aviar H5N1 entre el ganado lechero, anunciando nuevas reglas federales que requerirán pruebas de leche cruda no pasteurizada a nivel nacional. Este movimiento significativo, revelado el viernes, llega casi un año después de que el virus comenzara a circular en los rebaños lecheros, subrayando las preocupaciones urgentes sobre los riesgos para la salud tanto animal como humana. Bajo el protocolo actualizado, las pruebas se centrarán en muestras de leche cruda recolectadas de grandes tanques de almacenamiento en las instalaciones de procesamiento de lácteos. Este cambio marca un alejamiento de las pautas voluntarias previamente sugeridas, que muchas operaciones lecheras no siguieron, dejando a los reguladores con datos insuficientes para evaluar la magnitud del brote. Los agricultores y procesadores de productos lácteos ahora estarán obligados a proporcionar muestras de leche cruda a solicitud del gobierno. Además, aquellos con ganado infectado deberán proporcionar información detallada para ayudar a las autoridades a identificar y gestionar más casos. La primera ronda de pruebas comenzará la semana del 16 de diciembre, un plazo que se ha retrasado desde la propuesta inicial hecha en octubre. Los expertos han expresado una creciente frustración por la falta de pruebas exhaustivas durante el brote, con la viróloga Seema Lakdawala enfatizando la necesidad de comprender la propagación del virus entre el ganado. Las opiniones de expertos en salud pública, incluyendo a Jennifer Nuzzo, destacan que las pruebas de leche a granel son cruciales para detectar brotes en las granjas, protegiendo así a los trabajadores agrícolas de una posible exposición. La presencia de H5N1 puede ser particularmente preocupante en la leche cruda, ya que el virus puede replicarse en las ubres de las vacas infectadas, resultando en leche con concentraciones virales significativamente altas. Si bien no se han vinculado enfermedades directamente al consumo de leche pasteurizada, la situación ha generado alarmas, especialmente en California, donde se detectó el virus en ciertos productos de leche cruda, lo que llevó a retiradas del mercado y paradas en la producción. La nueva estrategia del USDA tiene como objetivo recuperar el control de la situación, con el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, afirmando la necesidad de mejorar la seguridad para los agricultores y trabajadores agrícolas. Las iniciativas recientes de la agencia subrayan un compromiso más amplio para combatir la propagación del virus y salvaguardar la salud pública. Actualmente, se ha confirmado la presencia de H5N1 en 720 rebaños en 15 estados, un número que los expertos creen que es una subestimación debido a la ausencia de protocolos de pruebas obligatorias. Además, al menos 58 personas, principalmente trabajadores agrícolas, han sido infectadas con el virus. La última acción importante del USDA se produjo en abril, cuando se obligó a realizar pruebas de gripe a las vacas lecheras en lactancia antes del transporte interestatal. El programa que se avecina se centrará inicialmente en seis estados: California, Colorado, Michigan, Mississippi, Oregón y Pensilvania, con la esperanza de expandir los esfuerzos de prueba a otros estados a medida que evolucione la situación. A medida que el USDA se prepara para esta extensa iniciativa de pruebas, existen incertidumbres sobre el futuro del programa bajo la próxima administración de Trump. Los expertos tienen la esperanza de que el compromiso federal de monitorear y controlar el H5N1 se mantenga, especialmente en medio de llamados a pruebas más amplias en estados donde aún no se ha informado del virus. El desarrollo de este protocolo de pruebas es un paso crítico para abordar un brote que plantea riesgos no solo para el ganado, sino también para la fuerza laboral agrícola y los consumidores. A medida que el USDA se prepara para implementar estas nuevas regulaciones, la vigilancia y la acción rápida serán fundamentales para mitigar la propagación del H5N1 y garantizar la seguridad del suministro de leche en EE. UU.