Los laureados con el Premio Nobel se unen contra la nominación de Kennedy para el DHHS, instando a los senadores a rechazarla.

Los laureados con el Premio Nobel se unen contra la nominación de Kennedy para el DHHS, instando a los senadores a rechazarla.

Más de 75 ganadores del Premio Nobel instan al Senado de EE. UU. a rechazar a Robert F. Kennedy Jr. como Secretario del DHHS, citando preocupaciones sobre sus opiniones en salud pública.

Emilio Juan Brignardello, asesor de seguros

Emimlio Juan Brignardello Vela

Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Salud

En un movimiento impactante que subraya la intersección entre la ciencia y la política, una coalición de más de 75 ganadores del Premio Nobel ha emitido una poderosa declaración instando al Senado de EE. UU. a rechazar la nominación de Robert F. Kennedy Jr. como Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS). La carta, que ha atraído una considerable atención, marca una rara instancia de laureados Nobel oponiéndose públicamente a un nominado para el gabinete, reflejando su profunda preocupación por el historial y las opiniones de Kennedy sobre la salud pública. Richard Roberts, un laureado Nobel en Fisiología o Medicina, quien desempeñó un papel clave en la redacción de la carta, explicó que el grupo tradicionalmente se abstiene de involucrarse en la política. Sin embargo, la urgencia de la situación los llevó a tomar una posición. "Estos ataques políticos a la ciencia son muy dañinos... Hay que levantarse y protegerla", afirmó Roberts, enfatizando las implicaciones del posible liderazgo de Kennedy sobre un departamento que juega un papel vital en la salud pública y la investigación biomédica. La carta articula reservas significativas sobre la idoneidad de Kennedy para el puesto, citando específicamente su falta de credenciales en medicina y administración, así como su historial como crítico vocal del consenso científico convencional. Los laureados Nobel afirman que nombrar a Kennedy para liderar el DHHS pondría en peligro la salud pública y socavaría la posición de Estados Unidos en las ciencias de la salud global, especialmente dado su oposición a medidas de salud bien establecidas, incluyendo las vacunas y la fluoración del agua. Críticamente, los laureados destacaron la promoción de teorías de conspiración por parte de Kennedy, incluyendo afirmaciones infundadas que vinculan las vacunas con el autismo y diversas declaraciones engañosas en torno a la pandemia de COVID-19. Tal retórica no solo contradice el entendimiento científico establecido, sino que también representa un riesgo potencial al sembrar desconfianza en las iniciativas de salud pública, argumentan. Además, la carta expresa alarmas sobre la postura antagónica de Kennedy hacia agencias de salud federales como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Sus amenazas explícitas de reestructurar el personal de los Institutos Nacionales de Salud y su declaración de que los investigadores de vacunas "deberían estar en la cárcel" sirven como señales de advertencia para los ganadores del Nobel, quienes subrayan que el Departamento de Salud y Servicios Humanos debe fomentar la colaboración y el respeto por las instituciones que supervisa. La acción colectiva emprendida por los laureados se contextualiza aún más por el clima político, ya que muchos de ellos han participado anteriormente en campañas políticas, incluyendo una carta respaldando a Kamala Harris para la presidencia a principios de este año. El Dr. Harold Varmus, otro receptor del Premio Nobel que firmó la carta, argumentó que la investigación científica está profundamente entrelazada con el apoyo político y la financiación, sugiriendo que la salud de la indagación científica en EE. UU. está en juego. A medida que el Senado se prepara para deliberar sobre la nominación de Kennedy, la carta representa no solo un llamado a la acción, sino un recordatorio del papel vital que la ciencia desempeña en la sociedad. Roberts expresó su esperanza de que su mensaje pueda influir en algunos senadores, fomentando un compromiso para proteger la salud de la población. "No nos eligieron para que los matáramos", comentó, subrayando la responsabilidad moral que acompaña a la función pública. Mientras esta coalición sin precedentes de laureados Nobel se adentra en aguas políticas controvertidas, su carta abierta sirve como una señal clara de que la comunidad científica está preparada para defender la salud pública de amenazas percibidas, abogando por un liderazgo que respete y mantenga la integridad científica.

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