Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un sorprendente cambio respecto a las raíces de la contracultura de los años 60 y 70, los psicodélicos están abriéndose camino en las salas de juntas corporativas de Estados Unidos. Una vez relegados a los márgenes de la sociedad, sustancias como el LSD y la psilocibina—el compuesto activo de los hongos mágicos—están siendo adoptadas por un número creciente de ejecutivos que buscan potenciar la creatividad, la apertura emocional y el bienestar general en la atmósfera de alto estrés del liderazgo empresarial. Estimaciones recientes de investigadores de la Corporación RAND indican que alrededor de ocho millones de adultos en EE. UU. experimentaron con psilocibina solo en 2023. A medida que la cultura corporativa continúa evolucionando, con un énfasis en la creatividad y la inteligencia emocional, los líderes empresariales están recurriendo a los psicodélicos como una herramienta para el desarrollo personal y profesional. El impulso creativo dentro de los lugares de trabajo ha sido visible durante décadas, reemplazando gradualmente los estériles entornos de cubículos por espacios vibrantes y abiertos diseñados para fomentar la colaboración y la imaginación. La industria tecnológica ha estado a la vanguardia de este cambio cultural, incorporando salas de juegos y otros elementos poco convencionales en sus oficinas. Según Robin Carhart-Harris, un neurocientífico de la Universidad de California en San Francisco, los psicodélicos facilitan una mayor conectividad neural, promoviendo un flujo de información que puede conducir a un pensamiento innovador. Tales ideas son particularmente atractivas para los líderes corporativos que buscan romper con las prácticas convencionales de toma de decisiones. Además, las experiencias emocionales catalizadas por los psicodélicos pueden llevar a profundas revelaciones personales. Los ejecutivos han informado haber revisitado recuerdos de la infancia, confrontado emociones arraigadas y, en algunos casos, derramado lágrimas durante sus experiencias psicodélicas. Esto se alinea con una tendencia corporativa más amplia en la que se fomenta la vulnerabilidad emocional y donde herramientas para la inteligencia emocional, como el trabajo de Brené Brown, han ganado terreno. El mantra de "traer tu yo completo al trabajo" se ha convertido en un grito de guerra para muchas organizaciones, normalizando aún más las discusiones sobre la salud emocional. El auge del bienestar también ha convertido la salud mental en un tema clave en el discurso corporativo. Tras la pandemia, el estigma en torno a la salud mental ha disminuido significativamente, lo que ha llevado a los líderes a priorizar los diálogos sobre el estrés y la ansiedad. Muchas empresas invierten en aplicaciones de terapia, sesiones de meditación y días de bienestar, alentando a los empleados a cuidar su salud mental. Figuras de alto perfil como Elon Musk han reconocido públicamente su uso de psicodélicos, diluyendo aún más las líneas entre las estrategias de salud mental personales y el liderazgo corporativo. Sin embargo, la adopción de los psicodélicos no está exenta de precauciones. Los expertos advierten sobre los riesgos potenciales asociados con el uso no supervisado y no regulado. Existe un consenso entre los científicos de que, si bien los psicodélicos pueden ofrecer beneficios, se necesita más investigación para comprender completamente sus efectos y posibles efectos secundarios. A medida que ejecutivos como Mark Williamson y Chip Conley comparten sus experiencias, hay preocupaciones de que el atractivo cultural de los psicodélicos podría eclipsar la necesidad de un uso responsable. A medida que el interés en la intersección entre psicodélicos y negocios crece, los investigadores buscan cuantificar su impacto en el rendimiento corporativo. La esperanza es que los psicodélicos puedan ayudar a los líderes a escapar de patrones de pensamiento tradicionales y fomentar soluciones innovadoras. Rachelle Sampson, profesora de negocios en la Universidad de Maryland, está llevando a cabo un estudio sobre esta premisa, explorando si la psilocibina puede conducir a estrategias comerciales más efectivas y creativas. La evolución del uso de psicodélicos dentro del nivel ejecutivo refleja un cambio social más amplio hacia la integración de la salud mental, la inteligencia emocional y las prácticas innovadoras en el tejido de la cultura corporativa. A medida que los líderes continúan navegando por las complejidades del negocio moderno, la pregunta sigue siendo: ¿pueden estas sustancias desbloquear nuevos niveles de creatividad y compasión en el lugar de trabajo, o servirán como una tendencia pasajera en un paisaje corporativo en constante evolución? Solo el tiempo lo dirá.