Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La trágica muerte de un irlandés de 25 años, junto con una grave lesión sufrida por otro trabajador, ha puesto de relieve la importancia crítica de los protocolos de seguridad en los sectores agrícola y de construcción de Nueva Zelanda. Ambos incidentes ocurrieron debido a un fallo en el reconocimiento y mitigación de los peligros que representan las líneas eléctricas aéreas, lo que ha llevado a un mayor escrutinio sobre las medidas de seguridad en el lugar de trabajo. En febrero de 2023, el joven, identificado como el Sr. Clear, estaba trabajando en una granja cerca de Whakapapa Village cuando su cortadora quedó atascada. Se llamó a una excavadora para extraer la máquina inmovilizada y, en el proceso, accidentalmente contactó una línea eléctrica aérea que transportaba 33,000 voltios. Mientras el Sr. Clear intentaba estabilizar la cortadora, la electricidad de alta tensión recorrió el brazo de la excavadora y lo electrocutó fatalmente. Tras una investigación, WorkSafe Nueva Zelanda descubrió que el empleador de Clear, Coogan Contracting, no había realizado una evaluación de riesgos adecuada para identificar las líneas eléctricas aéreas como un peligro, ni contaban con una persona encargada de monitorear la situación. Como resultado, se ordenó a la empresa pagar $100,000 en reparaciones y se les multó con $25,000 tras admitir violaciones bajo la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo. La comunidad local, en particular la Asociación Atlética Gaélica Clough-Ballacolla, lamentó la pérdida, con el presidente Gordon Pearson describiendo al Sr. Clear como un joven amable y accesible, muy querido por todos. “Fue un accidente increíble,” comentó Pearson, subrayando la naturaleza inesperada de la tragedia. El problema de la seguridad alrededor de las líneas eléctricas no terminó con la muerte del Sr. Clear. En mayo de 2023, ocurrió un segundo incidente que involucró a Emmett Holmes-O'Connor, quien sufrió graves quemaduras y fracturas mientras trabajaba en andamios en Waiheke. Mientras transportaba revestimiento de aluminio, entró en contacto involuntario con una línea de alta tensión de 11 kV, lo que le hizo caer casi cuatro metros. La posterior investigación de WorkSafe responsabilizó a Joan Carpenters Limited y Church Bay Services Limited por sus fallos en los protocolos de salud y seguridad. Las empresas fueron multadas con $16,500 y $13,500, respectivamente, y se les ordenó pagar una reparación conjunta de $42,818. A la luz de estos alarmantes incidentes, los funcionarios de WorkSafe han pedido medidas de seguridad más estrictas respecto a las líneas eléctricas para prevenir accidentes similares en el futuro. Danielle Henry, gerente de investigación de área de WorkSafe, enfatizó los peligros inherentes a trabajar cerca de líneas de alta tensión. “Ambos casos son un recordatorio horroroso de lo peligroso que puede ser cuando las empresas no tienen suficiente cuidado al trabajar alrededor de las líneas eléctricas. Las empresas deben gestionar sus riesgos y donde no lo hagan, tomaremos medidas,” advirtió. En un llamado urgente a trabajadores y empresas, WorkSafe instó a la importancia de adherirse a requisitos específicos obligatorios al trabajar cerca de electricidad. Henry recordó a los trabajadores que siempre deben verificar el consentimiento necesario de las compañías de líneas locales antes de comenzar el trabajo, destacando que la diligencia en estos asuntos puede salvar vidas. A medida que Nueva Zelanda lidia con las repercusiones de estas tragedias, es evidente que una mayor concienciación y una rigurosa adherencia a los protocolos de seguridad son esenciales para proteger la vida de los trabajadores en todos los sectores.