La crisis del cáncer en Nigeria: las familias enfrentan ruinas financieras ante el aumento desmedido de los costos de tratamiento.

En Nigeria, la lucha contra el cáncer se está volviendo cada vez más desesperada, con muchas familias que se encuentran incapaces de hacer frente a los costos crecientes del tratamiento. Para una familia en Lagos, los últimos quince años han sido un viaje desgarrador marcado por una serie de diagnósticos de cáncer que los han dejado marcados financiera y emocionalmente. Todo comenzó en 2010 cuando Chukwuma, un prometedor arquitecto de 24 años, fue diagnosticado con cáncer de médula ósea. La lucha de la familia para navegar por el sistema de salud y costear el tratamiento agotó sus recursos. A pesar de sus esfuerzos, Chukwuma falleció en 2015, dejando un profundo vacío en sus vidas. Apenas un año después, la tragedia volvió a golpear cuando el patriarca de la familia fue diagnosticado con cáncer de mandíbula, que eventualmente hizo metástasis, llevando a su muerte en 2019. Solo cinco años después, en 2024, la familia enfrentó otro golpe devastador con el diagnóstico de cáncer uterino avanzado para la madre. El diagnóstico tardío de la madre limitó significativamente sus opciones de tratamiento, obligando a la familia a buscar atención en un centro privado de tratamiento del cáncer en Victoria Island, Lagos. Los costos eran astronómicos; tuvieron que pagar 3.5 millones de nairas solo por la admisión y los diagnósticos iniciales, sin incluir quimioterapia, radioterapia o cirugías. Con diez sesiones de radiación planificadas que se estiman costarán entre 1.6 millones y 2 millones de nairas, la familia se encuentra en un ciclo aparentemente interminable de tensión financiera. Su experiencia no es única. El Instituto Nacional de Investigación y Tratamiento del Cáncer estima que Nigeria ve más de 120,000 nuevos casos de cáncer anualmente. Francis Durosinmi-Etti, Jefe de Oncología Clínica y Radioterapia en la Autoridad de Inversión Soberana de Nigeria y en el Hospital Universitario de Lagos, señala un aumento preocupante en los diagnósticos, particularmente entre las poblaciones más jóvenes. "El cáncer colorrectal ahora se está viendo en individuos tan jóvenes como de 24 años", revela, destacando la preocupante tendencia de diagnósticos tardíos. La carga financiera del tratamiento del cáncer es asombrosa. Una sola ronda de quimioterapia puede costar más de un millón de nairas, una cifra que sigue estando fuera del alcance de muchos. Con la devaluación de la naira exacerbando la situación, los costos del cuidado del cáncer se han convertido en uno de los gastos de salud más catastróficos del país. Los expertos advierten que la dependencia de equipos médicos importados y la infraestructura pública de salud inadecuada son factores significativos que contribuyen al aumento de costos. Las disparidades financieras en el acceso al tratamiento son evidentes. Por ejemplo, el Radium-223, un medicamento crucial para extender la supervivencia en el cáncer de próstata metastásico, puede costar entre 43,000 y 57,000 dólares por un tratamiento de seis ciclos en Nigeria, una suma exorbitante que pocos pueden pagar sin una asistencia financiera significativa. Las historias de supervivientes, como la de Elizabeth Awo-Ejeh, ofrecen un destello de esperanza en medio de la desesperación. Después de soportar ocho rondas de quimioterapia y 25 sesiones de radiación por cáncer de mama, Elizabeth ahora está en remisión. Su viaje no fue fácil; enfrentó la ruina financiera y recurrió a las redes sociales en busca de ayuda. Una fundación contra el cáncer respondió, proporcionando el apoyo financiero que tan desesperadamente necesitaba. Ahora, aboga por la detección temprana y anima a otros a priorizar su salud. Los profesionales de la salud, incluidos los farmacéuticos oncológicos, enfatizan la urgente necesidad de intervenciones para aliviar las cargas financieras del tratamiento del cáncer. Abogan por precios de medicamentos más bajos y una mayor conciencia sobre la prevención y la detección temprana, ya que creen que estas medidas podrían reducir significativamente el asombroso número de nuevos casos. A medida que la crisis del cáncer se profundiza en Nigeria, hay una necesidad urgente de cambios sistémicos para garantizar que todas las personas tengan acceso al tratamiento que necesitan, sin caer en la ruina financiera. Las historias de familias como la de Chukwuma sirven como un recordatorio conmovedor del costo humano de esta lucha continua, pidiendo una acción inmediata tanto del gobierno como de los actores del sector salud para aliviar el sufrimiento de los afectados.