Llamado Urgente a la Acción: La Salud Global Enfrenta Amenazas Emergentes de Cara al 2025

Llamado Urgente a la Acción: La Salud Global Enfrenta Amenazas Emergentes de Cara al 2025

Los expertos advierten sobre el aumento de amenazas para la salud para 2025, incluyendo la "Enfermedad X", sarampión, cólera y resistencia a los antimicrobianos, instando a una preparación urgente.

Emilio Juan Brignardello, asesor de seguros

Emimlio Juan Brignardello Vela

Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Salud

A medida que la comunidad global de salud mira hacia 2025, una lista de enfermedades está causando una considerable inquietud entre los expertos, con un enfoque no solo en patógenos establecidos, sino también en la inminente amenaza de lo que se ha denominado "Enfermedad X". Este término se refiere a un agente infeccioso desconocido que tiene el potencial de desencadenar brotes generalizados o incluso una pandemia, similar a lo que hizo el COVID-19 en 2019. Notablemente, los recientes casos de una enfermedad no diagnosticada en la República Democrática del Congo han subrayado la urgencia de prepararse para tales amenazas desconocidas. El Dr. Michael Head, investigador principal en Salud Global en la Universidad de Southampton, ha articulado las crecientes preocupaciones en torno a la Enfermedad X. Con más de 400 casos registrados recientemente en la RDC, acompañados de una tasa de mortalidad significativa, principalmente entre niños, el espectro de un mundo no preparado se cierne sobre nosotros. Los síntomas—fiebre, dolor de cabeza, dolores corporales y tos—ofrecen pocas pistas sobre la naturaleza del patógeno, ejemplificando la impredecibilidad de las enfermedades emergentes. Además de la Enfermedad X, una variedad de enfermedades infecciosas ha levantado alarmas, incluyendo el sarampión, el cólera y varias enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el chikungunya. El sarampión, una infección viral altamente contagiosa, continúa representando una amenaza formidable, particularmente a medida que las tasas de vacunación disminuyen. La OMS reportó más de 107,000 muertes por sarampión a nivel mundial en 2023, afectando principalmente a niños menores de cinco años. Los expertos enfatizan que con una cobertura adecuada de vacunación, este virus podría ser erradicado, pero las tendencias actuales son profundamente preocupantes. El cólera, otra enfermedad en el radar, se propaga principalmente a través de alimentos y agua contaminados y puede resultar en una rápida deshidratación y muerte si no se trata. El cambio climático y la migración forzada asociada han llevado a los expertos a temer que los casos de cólera podrían aumentar nuevamente en 2025, recordando pandemias históricas. La lista no se detiene ahí; el posible resurgimiento de la gripe aviar, conocida como gripe aviar, sigue siendo una gran preocupación. Aunque el virus afecta principalmente a las aves, su capacidad para mutar genera temores sobre una posible pandemia humana, particularmente si adquiere la capacidad de transmisión sostenida de humano a humano. Sumando a la complejidad del panorama de salud pública, la resistencia a los antimicrobianos es una amenaza creciente que agrava los desafíos planteados por estas enfermedades infecciosas. A medida que las bacterias evolucionan para resistir el tratamiento, la eficacia de los antibióticos está disminuyendo, lo que lleva a un aumento de las tasas de mortalidad por infecciones comunes. Los funcionarios de salud han advertido que sin medidas apropiadas, el Reino Unido y otras regiones podrían ver un aumento en las infecciones resistentes a los antibióticos. Además, el espectro de otro brote de COVID-19 sigue presente, con nuevas variantes como la variante XEC destacando la amenaza continua que representa el virus. El Reino Unido ha reportado un aumento en los casos, y los expertos creen que la cobertura de la vacuna y las medidas de salud pública siguen siendo cruciales para mitigar su impacto. Se espera que las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y el chikungunya, también aumenten, particularmente en el sur de Europa, a medida que los cambios climáticos crean condiciones más favorables para los mosquitos que transmiten estos virus. Con millones de casos reportados cada año, el potencial de brotes en nuevas regiones es cada vez más probable. A medida que el mundo continúa lidiando con estas amenazas de salud multifacéticas, los expertos instan a los gobiernos y comunidades a fortalecer sus estrategias de preparación. Las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 deberían servir como un catalizador para medidas preventivas, enfatizando la vacunación, la vigilancia y la infraestructura de salud pública. La naturaleza impredecible de la aparición de enfermedades exige un enfoque proactivo, en lugar de reactivo, para la salud global. A medida que nos acercamos a 2025, el mensaje es claro: la vigilancia y la preparación son clave para salvaguardar la salud pública contra el próximo brote potencial.

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