Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acerca 2025, los expertos médicos están levantando alarmas sobre una posible nueva pandemia, liderada por la misteriosa y ominosamente nombrada Enfermedad X, un término provisional para cualquier patógeno no identificado que podría surgir y causar estragos en la salud pública. Esta advertencia se produce junto con preocupaciones por una serie de otras enfermedades que han sido identificadas como amenazas potenciales, incluyendo sarampión, cólera, dengue y variantes del virus Covid. El Dr. Michael Head, investigador principal en Salud Global en la Universidad de Southampton, ha expresado su preocupación por la Enfermedad X, señalando que el mundo sigue mal preparado para un aumento inesperado de una enfermedad desconocida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado previamente la necesidad crítica de continuar investigando posibles patógenos que puedan causar pandemias, destacando las lecciones aprendidas de la crisis de Covid-19. Informes recientes de la República Democrática del Congo revelan un brote repentino vinculado a una enfermedad no identificada que ha cobrado al menos 31 vidas, predominantemente entre niños. Los síntomas incluían fiebre, dolores de cabeza y tos severa, lo que ha generado temores de que un brote así pueda recordar el inicio abrupto de Covid-19. El Dr. Head enfatiza que la comunidad global debe mantenerse alerta, ya que la aparición de la Enfermedad X podría tomar a las naciones por sorpresa, tal como lo hizo el coronavirus. La lista de enfermedades que los expertos están monitoreando de cerca es extensa. El sarampión, con su naturaleza altamente contagiosa, representa un riesgo significativo, particularmente para los niños menores de cinco años. A pesar de ser prevenible con la vacunación, las cifras recientes muestran una disminución en las tasas de inmunización, cayendo del 86% en 2019 al 83% en 2023. Esta caída ha resultado en un resurgimiento de casos de sarampión en todo el mundo, lo que ha llevado a más de 107,000 muertes solo en el último año. Además, el cólera, que puede propagarse rápidamente a través de agua y alimentos contaminados, sigue siendo una preocupación global. La OMS estima que el cólera cobra hasta 143,000 vidas cada año. El cambio climático y los patrones migratorios en aumento pueden agravar aún más este problema, con expertos prediciendo un posible aumento en los casos de cólera a medida que las condiciones se vuelven más favorables para los brotes. Aunque el cólera es actualmente raro en Europa, el riesgo sigue siendo alto en partes de África y Asia. La fiebre del dengue, una infección viral transmitida por mosquitos, continúa expandiendo su alcance, con un aumento de casos en el sur de Europa. Los expertos anticipan que para 2025, las condiciones serán propicias para un aumento en las enfermedades transmitidas por mosquitos, incluyendo chikungunya y el virus del Nilo Occidental. A medida que los climas europeos cambian, estas enfermedades podrían extenderse aún más, complicando las respuestas de salud pública. La persistencia de Covid-19 también es un problema urgente, con nuevas variantes como XEC causando picos en los casos. Con las tasas de admisión hospitalaria en aumento, las autoridades de salud pública enfatizan la importancia de la vacunación y la investigación continua sobre tratamientos efectivos. La amenaza que representa la gripe aviar tampoco puede pasarse por alto; su tasa de mutación genera preocupaciones sobre una posible pandemia. Aunque la transmisión de humano a humano sigue siendo rara, los expertos advierten que un cambio en esta dinámica podría tener consecuencias graves. La resistencia a los antimicrobianos es otro desafío importante para la salud global. La OMS ha señalado este problema como una de sus principales prioridades, ya que las infecciones resistentes a medicamentos comunes se vuelven cada vez más prevalentes. El aumento de bacterias resistentes a los antibióticos, como E. coli, ha levantado alarmas, con el Reino Unido reportando un notable aumento de casos en los últimos años. A estas preocupaciones se suma el actual brote de tos ferina en el Reino Unido. Con más de 10,000 casos confirmados este año, la enfermedad representa una amenaza particular para los lactantes, con consecuencias trágicas ya reportadas. Los funcionarios de salud enfatizan la necesidad crítica de vacunaciones oportunas para proteger a los más vulnerables. Finalmente, la sarna, aunque no es mortal, ha visto un aumento preocupante en los casos, particularmente en entornos institucionales. La incomodidad y los impactos en la salud de las infestaciones de sarna merecen atención mientras los funcionarios de salud pública navegan por estos desafíos interconectados. A medida que se acerca 2025, la acumulación de estas enfermedades resalta la urgente necesidad de preparación, investigación y concienciación pública. La interconexión de la salud global significa que la vigilancia es esencial para combatir estas amenazas potenciales y garantizar la seguridad y el bienestar de las poblaciones en todo el mundo.