Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El avance de la ciencia en 2024 ha dejado una huella indeleble en el ámbito de la salud, con descubrimientos que no solo marcan un hito en la lucha contra enfermedades como el VIH y el cáncer, sino que también ofrecen nuevas esperanzas para enfrentar patologías que hasta ahora carecían de tratamientos efectivos. La revista Science ha seleccionado entre los grandes logros del año al fármaco Lenacapavir y las terapias CAR-T, ambos con potencial para transformar la atención médica. El Lenacapavir, un innovador medicamento para el tratamiento del VIH, ha comenzado a ganar terreno desde su autorización en Europa en 2022, pero ha sido en 2024 cuando su impacto ha sido más significativo, especialmente en España. Su inclusión como medicamento financiado en junio ha facilitado su acceso a pacientes, quienes pueden beneficiarse de una única inyección que proporciona protección durante seis meses. Este enfoque no solo representa un avance en términos de eficacia, sino que también podría mejorar la adherencia al tratamiento, un factor crucial en poblaciones vulnerables. Lo que distingue al Lenacapavir de los tratamientos tradicionales es su mecanismo de acción, que se dirige a las proteínas de la cápside del VIH, en lugar de atacar las enzimas virales. Este enfoque innovador ha demostrado ser altamente efectivo en ensayos clínicos, alcanzando tasas de eficacia casi perfectas. Investigadores del VIH/SIDA ahora vislumbran la posibilidad de que este fármaco no solo reduzca drásticamente las tasas de infección, sino que también sirva como una herramienta clave en la profilaxis previa a la exposición (PrEP). Este avance no solo se limita al VIH, ya que la comprensión de la estructura de la proteína de la cápside abre la puerta a nuevas posibilidades en la lucha contra otros virus. La idea de desarrollar inhibidores similares para combatir una variedad de enfermedades virales es una perspectiva prometedora que podría cambiar el panorama de la salud pública en los próximos años. Por otro lado, las terapias CAR-T están experimentando una expansión notable más allá de su uso tradicional en la oncohematología. Este año ha sido testigo de su aplicación en enfermedades autoinmunes, un campo donde las opciones de tratamiento han sido escasas. La modificación genética de células T para atacar específicamente células B ha demostrado ser efectiva en pacientes con lupus, artritis reumatoide y otras condiciones debilitantes. Los resultados de los ensayos clínicos realizados hasta ahora son alentadores. Pacientes con enfermedades autoinmunes que previamente no respondían a tratamientos convencionales han mostrado mejoras significativas en su salud tras recibir terapia CAR-T. Algunos incluso han logrado mantener la remisión sin necesidad de inmunosupresores, una noticia que representa un rayo de esperanza para aquellos que luchan contra estas condiciones crónicas. La revista Science ha documentado casos de éxito en diversas enfermedades autoinmunes, señalando un cambio de paradigma en la forma en que se aborda el tratamiento de estas patologías. Pacientes con lupus, esclerodermia y miositis han experimentado una notable mejoría en su calidad de vida, lo que sugiere que la terapia CAR-T podría ser un recurso valioso en el arsenal médico actual. Además, la investigación en este campo no se detiene. Nuevos ensayos clínicos están en marcha para explorar más a fondo el potencial de las terapias CAR-T en enfermedades autoinmunes. Con más de 30 pacientes tratados con éxito, el interés en estas innovaciones sigue creciendo, y muchos esperan que el avance del año 2024 abra la puerta a tratamientos más efectivos en un futuro cercano. Los logros de este año resaltan la importancia de la investigación y la innovación en medicina. A medida que los científicos continúan desentrañando los secretos detrás de enfermedades complejas y desarrollando nuevas terapias, la esperanza de una vida más saludable y plena para millones de personas se vuelve cada vez más tangible. La comunidad científica mira hacia el futuro con optimismo, anticipando que estos avances no solo cambiarán la forma en que se tratan actualmente las enfermedades, sino que también impactarán las generaciones venideras. Así, 2024 se perfila como un año de esperanza y cambio en el ámbito de la salud, con el Lenacapavir y las terapias CAR-T como faros de un futuro donde el tratamiento de enfermedades complejas será más efectivo y accesible para todos.