El USDA lanza pruebas urgentes del suministro de leche ante el aumento de preocupaciones por la influenza aviar.

En respuesta a las crecientes preocupaciones en torno a la influenza aviar, particularmente la cepa H5N1, el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) ha anunciado nuevas medidas significativas para monitorear el suministro de leche del país. A partir de la próxima semana, el USDA comenzará a realizar pruebas a la leche de grandes tanques de almacenamiento en las instalaciones de procesamiento de lácteos para detectar la presencia del virus. Esta decisión se produce en medio de un preocupante aumento de casos de gripe aviar vinculados a granjas lecheras, con más de 700 rebaños afectados y al menos 58 personas, principalmente trabajadores agrícolas, reportadas enfermas. La iniciativa de pruebas marca un cambio crítico respecto a las medidas voluntarias anteriores, subrayando la urgencia de una mejor vigilancia en el sector lácteo. Matthew Moore, profesor asistente de ciencia de alimentos en la Universidad de Massachusetts, explica que estas pruebas son vitales para mapear cómo se propaga el virus entre las granjas y determinar qué vacas están infectadas. En última instancia, su objetivo es proteger a los trabajadores agrícolas que manejan materiales potencialmente contaminados. Una de las principales razones de la creciente preocupación es la posibilidad de que el H5N1 esté presente en la leche cruda. Investigaciones indican que cuando las vacas contraen gripe aviar, pueden eliminar el virus en altas concentraciones a través de su leche, mucho más que a través de hisopos nasales o muestras de sangre. Un estudio significativo publicado en el New England Journal of Medicine encontró que el virus puede sobrevivir en leche refrigerada y no pasteurizada durante hasta cinco semanas. Esto genera alarma, especialmente después de un incidente reciente en Raw Farm en California, que llevó al retiro de leche cruda y crema tras detectar gripe aviar en sus muestras de venta. Si bien actualmente no hay evidencia que vincule casos humanos de H5N1 con el consumo de leche cruda, los expertos aconsejan precaución. El Dr. Keith Poulsen del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Wisconsin afirma que la falta de datos definitivos sobre el riesgo de contraer influenza aviar a través del consumo de leche cruda deja incertidumbres. Aunque la mayoría de las infecciones reportadas en EE. UU. han involucrado a trabajadores agrícolas sanos, sigue existiendo la posibilidad de que el virus represente riesgos para poblaciones más vulnerables, incluidos niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos comprometidos. En un contexto más amplio, la FDA ha advertido durante mucho tiempo sobre los peligros de beber leche cruda, ya que puede albergar otros patógenos dañinos como la salmonela y la listeria. Estas bacterias son notorias por causar enfermedades transmitidas por alimentos que pueden llevar a complicaciones graves, especialmente entre individuos de alto riesgo. La seguridad de la leche pasteurizada, por otro lado, no se ha cuestionado; múltiples estudios confirman que la pasteurización inactiva eficazmente el virus y elimina los riesgos para la salud asociados. Las ramificaciones de la gripe aviar van más allá de la salud humana. Las mascotas, particularmente gatos y perros, no son inmunes a los peligros de la leche cruda contaminada con H5N1. Los informes indican que los animales pueden sufrir enfermedades graves, y en algunos casos, la muerte, tras consumir productos contaminados. En consecuencia, se aconseja a los dueños de mascotas que estén atentos a las fuentes de alimento de sus animales y que eviten la leche cruda y los productos a base de leche cruda. A medida que el USDA intensifica sus esfuerzos de prueba, los funcionarios instan a los consumidores a mantenerse informados sobre la seguridad de sus productos lácteos. Si bien se considera que el suministro comercial de leche pasteurizada es seguro, no se puede subestimar la importancia de tener precaución con la leche cruda y sus derivados. El mensaje es claro: aunque la leche sigue siendo un alimento básico en muchas dietas, garantizar su seguridad es primordial, especialmente en medio de las preocupaciones de salud pública en curso relacionadas con la influenza aviar.