El Manchester United lamenta el fallecimiento de Kath Phipps: una querida recepcionista y icono del club.

Uno a uno, llegaron a la casa de Kath Phipps, la legendaria recepcionista del Manchester United, para despedirse de una mujer que se había convertido en sinónimo del propio club. Exjugadores y entrenadores, incluidos nombres como David Beckham, Sir Alex Ferguson y Ryan Giggs, hicieron un alto en sus apretadas agendas para sentarse a su lado, compartir historias y recordar los días dorados pasados en Old Trafford. La salud de Kath había estado en declive durante algún tiempo, y a medida que se difundía la noticia de su deterioro, la avalancha de amor y respeto de aquellos a quienes había tocado a lo largo de sus 56 años en el club iluminaba lo profundamente querida que era. La muerte de Kath a la edad de 85 años marcó el final de una era, ya que no solo era la cara del Manchester United, sino también un miembro querido de su familia extendida. Aquellos que la visitaron durante sus últimos días notaron la notable cantidad de personas que acudieron a presentar sus respetos. Las enfermeras, asombradas por el constante flujo de visitantes, comentaron que nunca habían encontrado a alguien con tantos amigos en ausencia de familia directa. Era un testimonio del impacto duradero de Kath en innumerables personas asociadas con el club. Su trayectoria con el Manchester United comenzó en 1968, lo que hizo que su permanencia fuera más larga que la de cualquier jugador o entrenador en la rica historia del club, incluidos íconos como Sir Matt Busby y Sir Alex Ferguson. Martin Edwards, el presidente vitalicio honorario del club, reflexionó sobre el legado de Kath, recordando cómo cada jugador, desde Denis Law hasta Cristiano Ronaldo, la consideraba una amiga. "Ella era la amiga de todos", dijo, un sentimiento que fue compartido por muchos que recordaron su calidez y amabilidad. Ferguson, conocido por su estilo de gestión feroz, a menudo bajaba la guardia en torno a Kath. Los dos tenían una relación juguetona, con Ferguson bromeando con ella e incluso invitándola a bailar en la zona de recepción del campo de entrenamiento. Su vínculo ejemplificaba la atmósfera familiar que caracterizaba al Manchester United durante su mandato. La capacidad de Kath para conectar con los jugadores era inigualable; tenía un don único para recordar detalles personales, preguntar por sus familias y hacer que todos se sintieran valorados. Su muerte provocó una avalancha de tributos no solo de exjugadores, sino también de estrellas actuales y personal. Los jugadores llevaron brazaletes negros durante su siguiente partido, y se planearon homenajes para los próximos encuentros, destacando el profundo impacto que tuvo en la cultura del club. Ella Toone, una jugadora actual del United, habló por muchos cuando dijo: "Kath era lo que representa el Manchester United. Era amable, cariñosa y cuidaba de todos los que pasaban por las puertas de recepción". Kath no era solo una recepcionista; encarnaba el espíritu del Manchester United. Su amor por el club era evidente en su dedicación. A pesar de su cariño por Beckham, una vez tuvo que rechazar una invitación a la premier de su película porque coincidía con un partido de la Liga de Campeones. "Nunca me pierdo un partido", declaró, mostrando su profundo compromiso con el equipo. En su papel, Kath se convirtió en una parte crucial de la identidad del club. Daba la bienvenida a todos—desde estrellas del pop hasta primeros ministros—con la misma calidez genuina. Su sonrisa y abrazo eran las primeras cosas que muchos jugadores encontraban al entrar al entrenamiento. Ruud van Nistelrooy recordó con cariño su amabilidad y su interés genuino en su vida, diciendo que hacía que todos se sintieran parte de una familia unida. Mientras el club lidia con su pérdida, enfrenta una dura realidad: Kath era más que una empleada de larga duración; era un vínculo vivo con la rica historia del Manchester United, representando los valores que han convertido al club en una institución venerada. Su comprensión de la importancia de la comunidad dentro de un club de fútbol era profunda, y su fallecimiento deja un vacío que se sentirá profundamente. Kath Phipps fue una figura real dentro de los corredores de Old Trafford, tratando a todos como realeza, y de muchas maneras, ella misma era realeza. Su legado permanecerá entrelazado para siempre con la esencia del Manchester United, un recordatorio del poder de la amabilidad, la humildad y los lazos duraderos de la comunidad.