Aumento en los casos de gripe aviar provoca emergencia mientras expertos advierten sobre una posible amenaza para los humanos.

Aumento en los casos de gripe aviar provoca emergencia mientras expertos advierten sobre una posible amenaza para los humanos.

EE. UU. enfrenta un aumento en la gripe aviar, lo que ha llevado a declarar un estado de emergencia en California tras casos graves en humanos. Los expertos advierten sobre posibles mutaciones.

Emilio Juan Brignardello, asesor de seguros

Emimlio Juan Brignardello Vela

Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Salud

En 2023, Estados Unidos ha sido testigo de un alarmante aumento en los casos de gripe aviar, lo que ha generado preocupaciones tanto en las autoridades de salud como en los expertos en enfermedades infecciosas. La situación ha escalado hasta el punto en que California declaró recientemente un estado de emergencia tras la confirmación de la primera infección humana severa por la cepa H5N1. El aumento en los casos no se limita a las poblaciones aviares; el ganado también se ha visto afectado, junto con un notable incremento en las infecciones humanas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han tranquilizado al público, asegurando que el riesgo actual del virus para la población general sigue siendo bajo, enfatizando que no hay evidencia de transmisión de humano a humano. Sin embargo, a medida que el número sin precedentes de casos continúa en aumento, los expertos están en alta alerta. El Dr. Marc Johnson, virólogo de la Universidad de Missouri, expresó graves preocupaciones en las redes sociales, indicando que si bien el virus puede no representar actualmente una amenaza pandémica, está mostrando signos de agresividad y potencial de mutación que podrían cambiar ese estatus. Desde enero de 2022, se han reportado más de 12,000 bandadas de aves silvestres y domésticas infectadas en Estados Unidos. Solo en 2023, el virus ha alcanzado al ganado, afectando a 866 rebaños en 16 estados, predominantemente en California y Colorado. El impacto en los humanos también ha sido significativo, con 61 casos reportados en nueve estados, marcando el mayor número de infecciones en más de dos décadas. La mayoría de las personas afectadas por el virus han experimentado síntomas leves debido al contacto directo con animales infectados. Sin embargo, la aparición de casos en individuos sin exposición conocida a aves o ganado infectados plantea nuevas preocupaciones. El primer caso de infección humana sin contacto directo ocurrió en Missouri y desde entonces ha sido seguido por casos severos en California y Luisiana. Estos desarrollos han generado alarma entre los funcionarios de salud, ya que sugieren posibles vías para que el virus se adapte para la transmisión humana. En respuesta a estos patrones inquietantes, el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) ha ordenado pruebas para la leche cruda de las empresas que manejan productos no pasteurizados, dado que se ha detectado el virus en dicha leche. Los críticos de la respuesta de EE. UU. han expresado preocupaciones sobre la insuficiencia de los protocolos de monitoreo y prueba, con algunos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud calificando la situación como una pandemia "desarrollándose en cámara lenta." En la actualidad, las pruebas obligatorias para el ganado se limitan a los animales que cruzan las fronteras estatales, mientras que la mayoría de los demás esfuerzos de monitoreo siguen siendo en gran parte voluntarios. La alarmante propagación del virus no se limita a aves y ganado. Las pruebas han mostrado que 419 animales silvestres, incluidos focas, mapaches y zorros, han dado positivo tras alimentarse de cadáveres infectados. Además, casos esporádicos en cerdos han generado preocupaciones debido a su posible papel como "recipientes de mezcla" para diversas cepas de gripe, incluidas aquellas que pueden infectar a humanos. Los esfuerzos de vigilancia a través de pruebas de aguas residuales han detectado el virus en 60 de los 250 sitios monitoreados en EE. UU., con California e Iowa reportando tasas de positividad particularmente altas. Si bien el gobierno federal tiene un stock de vacunas contra la gripe aviar y la capacidad de producir más rápidamente, la administración Biden ha declarado que actualmente no tiene planes de autorizar su uso. Antivirales como el oseltamivir (Tamiflu) están disponibles y se han utilizado de manera efectiva en casos severos, incluido el del paciente de Luisiana. A medida que los funcionarios de salud e investigadores continúan monitoreando la situación de cerca, la escala sin precedentes de infecciones por gripe aviar sigue siendo una preocupación significativa. Los expertos instan a tomar medidas proactivas para prevenir una mayor propagación y posibles mutaciones, conscientes de que la situación está evolucionando y puede requerir respuestas más intensas para salvaguardar la salud pública.

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