La crisis de contaminación en Delhi se agrava: se necesita acción urgente para combatir la calidad del aire tóxica.

La crisis de contaminación en Delhi se agrava: se necesita acción urgente para combatir la calidad del aire tóxica.

Delhi sigue siendo la ciudad más contaminada de India en diciembre de 2024, con una calidad del aire 17 veces por encima de los límites de la OMS, principalmente debido a las actividades humanas y a la falta de regulaciones adecuadas.

Emilio Juan Brignardello, asesor de seguros

Emimlio Juan Brignardello Vela

Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Salud

A partir del 20 de diciembre de 2024, Nueva Delhi ha recuperado su notoria posición como la ciudad más contaminada de India, con índices de calidad del aire reportados más de 17 veces por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Esta grave situación se atribuye en gran medida a las partículas en suspensión (PM2.5), un contaminante dañino que penetra profundamente en los pulmones y contribuye a una serie de problemas de salud, incluyendo enfermedades respiratorias, cáncer e incluso abortos espontáneos. A pesar de diversos esfuerzos gubernamentales e intervenciones judiciales, la lucha contra la contaminación en la capital parece estar flaqueando. Los principales culpables de esta crisis de contaminación son las actividades humanas, incluyendo la quema de combustibles fósiles, las emisiones industriales y la quema de biomasa. Las principales fuentes de esta contaminación incluyen las plantas de energía basadas en carbón, las emisiones de vehículos y las actividades de construcción, todas las cuales contribuyen al aire tóxico que envuelve la ciudad. Durante los meses de invierno, el problema se agrava por las inversiones térmicas, que atrapan los contaminantes cerca del suelo debido a las condiciones climáticas estancadas. A pesar de las recomendaciones del gobierno y del poder judicial para mitigar la contaminación, como promover la diversificación de cultivos y transformar el sector del transporte, el papel de las plantas térmicas y de conversión de residuos en energía (WtE) no ha recibido la atención suficiente. Un informe del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio reveló una estadística alarmante: las plantas de energía térmica emiten dióxido de azufre en niveles 240 veces mayores que los producidos por la quema de rastrojos, sin embargo, las sanciones por la quema de rastrojos se aplican rigurosamente mientras que las plantas de carbón disfrutan de extensiones de cumplimiento repetidas. El Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático ha ordenado que las plantas de energía basadas en carbón instalen sistemas de desulfuración de gases de combustión para reducir las emisiones de dióxido de azufre en más del 60%. Sin embargo, los retrasos han afectado la implementación de estas directrices, con el Ministerio de Energía de la Unión solicitando extensiones que retrasan los plazos hasta 2035, ilustrando una preocupante falta de urgencia. Aumentando los problemas de contaminación están las cuatro plantas de conversión de residuos en energía de Delhi, ubicadas en Ghazipur, Narela, Okhla y Tehkhand. Estas instalaciones se desarrollaron como una solución a la creciente crisis de residuos de la ciudad, utilizando la incineración para convertir la basura en electricidad. Sin embargo, este proceso genera subproductos problemáticos, incluyendo cenizas de fondo y cenizas volantes, que están cargadas de toxinas. The New York Times destacó recientemente hallazgos alarmantes sobre la planta WtE de Timarpur-Okhla, revelando que sus cenizas volantes contienen cadmio y dioxinas en niveles que superan con creces los límites legales, lo que plantea serias preocupaciones de salud y medioambientales. Los métodos operativos actuales de estas plantas WtE han sido objeto de escrutinio, particularmente su falta de adherencia a normas ecológicas o de implementación de sistemas para gestionar las cenizas volantes de manera responsable. El Plan de Acción de Respuesta Gradual, diseñado para combatir el deterioro de la calidad del aire, carece de directrices claras que regulen la operación de las plantas WtE, permitiendo que continúen contaminando sin rendir cuentas. Se informa que la tecnología moderna de incineración, que incluye características como quemadores controlados y sistemas de filtración avanzados, está ausente en estas instalaciones. Las implicaciones de esta negligencia son particularmente graves para las comunidades marginadas que viven cerca de estas plantas, quienes soportan la mayor parte de la crisis de contaminación del aire. La urgente necesidad de una reevaluación de la eficacia y el impacto ambiental de las plantas de conversión de residuos en energía en Delhi no puede ser subestimada. Hasta que estas instalaciones implementen las tecnologías necesarias para garantizar operaciones más limpias, deben ser cerradas. La justicia ambiental exige acciones inmediatas para proteger a las comunidades vulnerables y mejorar la salud de todos los residentes de la capital. El momento para soluciones robustas a la crisis de contaminación de Delhi es desde hace mucho tiempo necesario, y se deben buscar enfoques innovadores para asegurar un futuro más saludable y limpio para la ciudad.

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