Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una escalada profundamente angustiante de la crisis humanitaria en Gaza, las autoridades israelíes han ordenado el cierre y la evacuación del hospital Kamal Adwan, una de las últimas instalaciones médicas que aún opera en la región devastada por la guerra. Esta decisión ha suscitado preocupaciones urgentes por parte del personal médico y organizaciones humanitarias sobre el destino de cientos de pacientes que dependen de atención médica crítica en medio del conflicto en curso. Husam Abu Safiya, el director del hospital Kamal Adwan, transmitió la grave situación a Reuters, enfatizando la imposibilidad de cumplir con la orden de evacuación. "Actualmente tenemos casi 400 civiles dentro del hospital, incluidos bebés en la unidad neonatal, cuyas vidas dependen del oxígeno y de los incubadoras", declaró. El desafío de evacuar a estos pacientes de manera segura se ve agravado por la grave falta de ambulancias y transporte médico, lo que aumenta los temores de resultados catastróficos si el hospital es atacado durante la evacuación. La situación se complica aún más por el intenso bombardeo que se ha vuelto sinónimo de la actual campaña militar. Abu Safiya advirtió que el ataque directo a los tanques de combustible en la instalación representa una amenaza inminente de explosión, lo que podría provocar numerosas víctimas entre los civiles que se refugian allí. A pesar de las afirmaciones del ejército israelí sobre el suministro de combustible y alimentos y la facilitación de la evacuación de más de 100 pacientes y cuidadores, las condiciones en los hospitales alternativos son, según se informa, aún más peligrosas. El ministerio de salud de Gaza ha expresado su alarma por el estado operativo de los hospitales en la región norte, afirmando que los tres hospitales principales, incluido el Kamal Adwan, apenas funcionan después de haber soportado repetidos ataques desde que se intensificó la ofensiva terrestre de Israel en octubre. El objetivo declarado del ejército—prevenir que Hamás se reagrupe en el norte de Gaza—no ha disminuido el sufrimiento de los civiles, muchos de los cuales se encuentran atrapados en el fuego cruzado. En medio de estos desarrollos, la realidad en el terreno sigue siendo sombría. El continuo bombardeo, junto con las órdenes de evacuación, pinta un panorama desolador del paisaje humanitario en Gaza. Los hospitales, que deberían servir como santuarios de atención, se han convertido en objetivos, dejando a los profesionales médicos lidiando con elecciones imposibles mientras se esfuerzan por salvar vidas bajo la constante amenaza de la violencia. A medida que el conflicto se intensifica, la comunidad internacional observa con creciente preocupación. Los llamados a altos el fuego y corredores humanitarios han resonado desde varios rincones del mundo, pero la situación sigue siendo precaria. Con cada día que pasa, la resiliencia del personal médico como Husam Abu Safiya y la difícil situación de los pacientes a los que sirven destacan la urgente necesidad de una resolución que aborde tanto la crisis humanitaria como las tensiones subyacentes que impulsan el conflicto.