Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado un balance significativo sobre los avances en salud mundial durante el último año, destacando logros notables en la eliminación de enfermedades a nivel global. Entre estos hitos, países como Brasil, India, y Pakistán, entre otros, han logrado erradicar enfermedades tropicales desatendidas, como la tripanosomiasis africana y la lepra. Estos esfuerzos reflejan un compromiso colectivo y sostenido por parte de naciones y organizaciones que han trabajado para mejorar la salud pública. La eliminación de la malaria en Egipto, tras un siglo de lucha, y el reconocimiento de Cabo Verde como país libre de paludismo, son ejemplos emblemáticos de cómo la perseverancia y la inversión en salud pueden traducirse en avances concretos. La región de las Américas también ha recibido buenas noticias, al ser declarada nuevamente libre de sarampión, y en Guinea se ha eliminado el tétanos materno y neonatal, marcando un progreso importante en la salud materno-infantil. La OMS ha subrayado que estos logros no son meramente nacionales, sino victorias para la salud mundial en su conjunto, destacando el papel crucial de los donantes y organizaciones asociadas. Sin embargo, a pesar de estos éxitos, la OMS ha puesto de relieve la amenaza que representan las enfermedades no transmisibles (ENT), que causan más de la mitad de las muertes a nivel global. Estas enfermedades, que incluyen cardiopatías, diabetes y cáncer, son en gran medida prevenibles y requieren una atención urgente. El informe de la OMS advierte sobre los obstáculos que enfrentan los países para implementar medidas efectivas contra las ENT. Estas barreras incluyen la influencia nociva de prácticas comerciales agresivas y la presión de la industria, que a menudo obstaculizan el desarrollo de políticas de salud pública necesarias. Esto plantea un desafío particular para los países de ingresos bajos y medios, que son los más afectados por estas condiciones. En un intento por abordar esta crisis, la OMS ha anunciado que en 2025 se llevará a cabo la Cuarta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU para la Prevención y Control de las ENT. El objetivo de esta reunión será acelerar las respuestas globales a las ENT mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud y la promoción de la atención primaria, contribuyendo así al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Un llamativo nuevo dato revelado por la OMS señala que alrededor de 1,800 millones de adultos en el mundo enfrentan un riesgo elevado de desarrollar enfermedades graves debido a la falta de actividad física. Este alarmante aumento en la obesidad y la diabetes, que supera los 800 millones de casos globalmente, plantea serios retos para la salud pública en el futuro cercano. La resistencia a los antimicrobianos ha emergido como una de las principales amenazas sanitarias, con líderes mundiales acordando un compromiso para reducir las muertes por infecciones resistentes en un 10% para 2030. La OMS ha enfatizado la necesidad urgente de adoptar medidas decisivas para enfrentar estos problemas, que son exacerbados por el cambio climático y otros factores socioeconómicos. La reciente Asamblea Mundial de la Salud también abordó las preocupaciones relacionadas con el cambio climático y su impacto en la salud pública. Los Estados miembros han acordado promover la participación social en la formulación de políticas de salud, asegurando que las voces de la comunidad sean escuchadas y que se fomente la confianza en los sistemas de salud. Además, se han realizado negociaciones exitosas sobre un paquete de enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que busca fortalecer la preparación y respuesta a pandemias. Este nuevo enfoque incluye la creación de un Mecanismo Financiero de Coordinación y la definición de una emergencia pandémica, lo que permitirá una respuesta más eficaz a futuras crisis sanitarias. La OMS ha reafirmado su compromiso de seguir abogando por la salud global, destacando la necesidad de un enfoque coordinado que integre salud pública, economía y medio ambiente. En un mundo cada vez más interconectado, la colaboración internacional es más esencial que nunca para garantizar la seguridad sanitaria y prevenir futuras pandemias.