La salud global enfrenta amenazas alarmantes: la Enfermedad X y los brotes resurgentes exigen acción.

La salud global enfrenta amenazas alarmantes: la Enfermedad X y los brotes resurgentes exigen acción.

Los expertos en salud advierten sobre la Enfermedad X y otras amenazas como el sarampión y el cólera, a medida que aumentan los riesgos para la salud global, instando a la urgente preparación y a los esfuerzos de vacunación.

Emilio Juan Brignardello, asesor de seguros

Emimlio Juan Brignardello Vela

Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Salud

A medida que miramos hacia 2025, un coro creciente de expertos en salud está levantando alarmas sobre una serie de enfermedades que podrían representar amenazas graves para la salud global. Entre ellas, la más preocupante es la Enfermedad X, un término acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para describir un patógeno aún desconocido capaz de causar brotes generalizados o incluso una pandemia. El Dr. Michael Head, investigador principal en Salud Global en la Universidad de Southampton, advierte que el mundo sigue estando mal preparado para una emergencia tan rápida, comparando el impacto potencial con el de la COVID-19. Los brotes recientes de una enfermedad no diagnosticada en la República Democrática del Congo, que resultaron en la muerte de al menos 31 personas, principalmente niños, subrayan el riesgo que representan los patógenos desconocidos. Entre finales de octubre y principios de diciembre de 2024, se informaron más de 400 casos con síntomas que variaban desde fiebre y tos severa hasta dolores corporales, lo que resalta la urgencia de la investigación y la preparación. Pero la Enfermedad X no es la única causa de preocupación. El resurgimiento del sarampión, impulsado en parte por la caída de las tasas de vacunación, ha sido alarmante. En 2023, más de 107,000 muertes a nivel mundial se vincularon al sarampión, principalmente entre niños menores de cinco años. Con la cobertura de vacunación disminuyendo del 86% al 83% desde 2019, los expertos enfatizan la necesidad crítica de reforzar los esfuerzos de inmunización para prevenir brotes. El cólera, una enfermedad transmitida por el agua conocida por su aparición rápida y alta tasa de mortalidad, sigue siendo una amenaza para la salud global, reclamando aproximadamente 143,000 vidas anualmente. El cambio climático, junto con la migración forzada, podría agravar los brotes de cólera, particularmente en regiones vulnerables. Si bien el cólera sigue siendo raro en Europa, su potencial de resurgimiento no puede pasarse por alto. Mientras tanto, se prevé que el dengue y el chikungunya, ambas enfermedades transmitidas por mosquitos, proliferen en Europa debido a los cambios en los patrones climáticos. El profesor Paul Hunter de la Universidad de East Anglia anticipa un aumento en los casos de dengue en el sur de Europa, mientras que el chikungunya, que solo tuvo un caso confirmado en la región en 2024, podría aumentar a medida que las condiciones se vuelvan más favorables para las poblaciones de mosquitos. La amenaza de la gripe aviar también es significativa, con la cepa H5N1 presentando riesgos de infección humana, especialmente entre aquellos que tienen contacto cercano con aves infectadas. Si bien la transmisión de humano a humano no se ha observado ampliamente, el potencial de mutaciones genera preocupaciones para futuros brotes. La resistencia a los antimicrobianos es otro problema urgente, ya que las bacterias evolucionan para resistir el tratamiento, complicando el manejo de infecciones comunes. E. coli, en particular, ha visto un aumento en los casos resistentes a los antibióticos, representando riesgos significativos para la salud pública. El resurgimiento de la tos ferina en el Reino Unido también ha levantado alarmas, con más de 10,000 casos reportados para agosto de 2024, las cifras más altas desde un brote significativo en 2012. Los expertos enfatizan la importancia de la vacunación, especialmente para las mujeres embarazadas, para proteger a los recién nacidos de esta infección potencialmente mortal. Finalmente, la sarna, aunque no fatal, ha aumentado en prevalencia, particularmente entre poblaciones comunitarias. Los casos han aumentado en un 58% en la primera mitad de 2024 en comparación con el año anterior, mostrando la necesidad de una mayor concienciación y opciones de tratamiento. A medida que avanzamos hacia 2025, las advertencias colectivas de los expertos en salud sirven como un llamado a la acción. Los países deben priorizar la preparación para enfermedades infecciosas, las campañas de vacunación y las iniciativas de salud pública para mitigar los riesgos que representan tanto las amenazas conocidas como las desconocidas. Las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 no deben olvidarse; la vigilancia y las medidas proactivas son esenciales para salvaguardar la salud global.

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