Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un momento en que la salud pública se encuentra en el centro del debate nacional, el director de salud pública de Estados Unidos, Vivek Murthy, ha planteado la necesidad urgente de informar a los ciudadanos sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y el cáncer. Su recomendación, que implica etiquetar las bebidas alcohólicas con advertencias sobre los riesgos de cáncer, se basa en datos alarmantes que indican que el alcohol es responsable de casi un millón de casos de cáncer evitables en la última década en el país. Murthy enfatiza que, a pesar de que las etiquetas de advertencia en las botellas de alcohol ya advierten sobre los riesgos para las embarazadas y la conducción, no se está haciendo lo suficiente para concienciar sobre el riesgo de cáncer. En su comunicación, el director de salud pública destaca que aproximadamente 20,000 personas mueren cada año en Estados Unidos debido a cánceres relacionados con el alcohol, lo que subraya la gravedad del tema. El llamado de Murthy no es un hecho aislado; se sitúa en un contexto en el que la investigación sobre los efectos adversos del alcohol sigue creciendo. Estudios han demostrado que el consumo de alcohol está vinculado a al menos siete tipos diferentes de cáncer, incluyendo aquellos que afectan al hígado, la mama y la garganta. Estos datos sugieren que el consumo habitual de alcohol no solo conlleva riesgos a corto plazo, como accidentes o daños en el hígado, sino que también tiene consecuencias a largo plazo que afectan drásticamente la salud de los individuos. El médico Timothy Naimi, director del Instituto Canadiense para la Investigación del Uso de Sustancias, se hizo eco de las preocupaciones de Murthy, señalando que es sorprendente que los consumidores reciban más información sobre el contenido de un producto alimenticio básico que sobre los riesgos asociados con las bebidas alcohólicas. Naimi argumenta que los ciudadanos tienen derecho a conocer los riesgos para la salud vinculados a sus elecciones de consumo, un principio que debería ser parte fundamental de cualquier política de salud pública. Sin embargo, la propuesta de Murthy enfrenta un camino difícil. La implementación de nuevas etiquetas de advertencia requeriría un proceso legislativo que podría encontrarse con la resistencia de un poderoso sector. La industria del alcohol, que invierte cerca de 30 millones de dólares anuales en cabildeo, tiene un interés significativo en mantener el statu quo. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para priorizar la salud pública frente a los intereses económicos. Históricamente, la última vez que el Congreso actualizó las advertencias sobre el alcohol fue hace casi 40 años. Desde entonces, no se han hecho cambios significativos, lo que no solo refleja la inercia legislativa, sino también un posible desinterés por parte de los legisladores para abordar un problema que afecta a millones de ciudadanos. Las comparaciones con las advertencias en los productos de tabaco son ineludibles, ya que el Congreso se movió rápidamente para advertir sobre los peligros del fumar, pero ha mostrado una notable lentitud en actuar sobre el consumo de alcohol. En este contexto, la propuesta de Murthy busca empoderar a los consumidores, brindándoles información que podría influir en sus decisiones de salud. La idea de que "menos es mejor" en relación con el consumo de alcohol puede ser un mensaje crucial para la salud pública. Si los individuos están mejor informados sobre los riesgos, la esperanza es que puedan tomar decisiones más conscientes respecto a su consumo de alcohol. La discusión sobre la salud pública y el alcohol no solo es relevante a nivel individual; también plantea cuestiones sobre el papel del gobierno en la protección de sus ciudadanos. La capacidad de las autoridades para implementar políticas que prioricen la salud por encima de los intereses comerciales resulta fundamental en este debate. A medida que la evidencia sobre los efectos del alcohol en la salud continúa acumulándose, la presión sobre el Congreso para que actúe de manera significativa sobre este tema podría aumentar. Mientras tanto, la voz de líderes como Vivek Murthy se vuelve esencial, no solo para crear conciencia, sino también para generar un cambio real en la forma en que se aborda el consumo de alcohol en Estados Unidos. La realidad es que el riesgo de cáncer asociado al alcohol es un tema que no puede ser ignorado, y la salud pública debería estar en el centro de cualquier discusión al respecto.