Emimlio Juan Brignardello Vela
Emilio Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La creciente preocupación por el dengue en la Patagonia ha tomado un lugar preponderante en la agenda sanitaria de las provincias de Río Negro y Neuquén. Desde su reemergencia en 1998 en el norte de Argentina, el virus del dengue ha visto expandida su presencia a medida que los mosquitos transmisores, particularmente el Aedes aegypti, han ido extendiendo su distribución geográfica. Recientemente, estos insectos han sido detectados en regiones que antes se consideraban a salvo de la enfermedad, lo que ha encendido las alarmas entre expertos y autoridades sanitarias. A pesar de que hasta la fecha no se ha registrado circulación autóctona del virus en estas provincias, las condiciones climáticas actuales han generado inquietud. Las temperaturas inusualmente altas en la región podrían facilitar la proliferación de estas poblaciones de mosquitos, llevando a expertos como el doctor Darío Vezzani a advertir sobre el riesgo de que se inicie la transmisión local del dengue. "Las temperaturas altas favorecen el aumento de las poblaciones de mosquitos Aedes y puede producirse la circulación del virus del dengue", declaró a Diario RIO NEGRO. El impacto del cambio climático es indudable en este contexto. La expansión del límite sur del mosquito Aedes aegypti ha sido notable en las últimas décadas, una realidad que se ha visto intensificada por el aumento de las temperaturas como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero. La combinación de estos factores aumenta la probabilidad de que, si personas infectadas con dengue llegaran a la Patagonia Norte y fueran picadas por mosquitos locales, se iniciara un ciclo de transmisión autóctona. La preocupación se ve respaldada por datos recientes. En Neuquén, por ejemplo, la primera detección del Aedes aegypti ocurrió en 2010, pero fue en 2023 cuando se confirmaron nuevamente estos insectos en la región, tras las pruebas realizadas con ovitrampas. Durante la última semana de 2024, los resultados reafirmaron esta presencia al hallar huevos del mosquito. A pesar de que hasta ahora solo se han registrado casos importados de dengue, los expertos advierten que la situación podría cambiar drásticamente si no se toman las precauciones adecuadas. En Río Negro, la situación es similar. La presencia del mosquito fue detectada por primera vez en 2020, y en los años siguientes se han encontrado en varias localidades, lo que pone de manifiesto una tendencia preocupante. La Secretaría de Salud de la provincia ha estado trabajando para entender mejor esta dinámica y actuar en consecuencia, pero aún queda mucho por hacer para prevenir un brote. Para enfrentar este creciente riesgo, un equipo de investigadores liderado por Vezzani y su colega Aníbal Carbajo ha formado una red de expertos destinada a implementar un sistema de alerta temprana y prevención del dengue en la región. Este grupo incluye a destacados científicos de diversas instituciones que buscan establecer protocolos claros y eficientes para monitorear la situación y actuar antes de que se produzcan casos autóctonos de la enfermedad. La doctora Ana Julia Pereira, también miembro de esta red, resalta la importancia de capacitar al personal de salud en la detección temprana de síntomas relacionados con el dengue. La educación de la población es igualmente crucial; los ciudadanos deben estar atentos a síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas y otros, y acudir rápidamente a los centros de salud en caso de presentar estos indicadores. El llamado a la acción no se limita a la atención médica; también implica la necesidad de eliminar criaderos de mosquitos. La población tiene un papel activo en la prevención, y es fundamental que se tomen medidas para evitar la acumulación de agua estancada, donde estos insectos pueden reproducirse. El horizonte de la Patagonia en relación al dengue es incierto, pero los esfuerzos de los investigadores y las autoridades de salud son un paso en la dirección correcta. La creación de una red de alerta y prevención podría marcar la diferencia en la lucha contra la enfermedad, especialmente en una región que hasta hace poco parecía estar a salvo de este peligro. Mantenerse informados y actuar con anticipación será clave para salvaguardar la salud de la población patagónica.