El Viaje del Sistema de Salud de Zimbabue: Celebrando Hitos y Abrazando Desafíos Futuros.

A medida que 2024 llega a su fin, el sector de la salud en Zimbabue ha marcado un año lleno de hitos significativos, reflejando tanto el compromiso del gobierno como la resiliencia de la nación ante los desafíos de salud. Desde avances en el tratamiento del VIH hasta mejores resultados en salud materna, los logros alcanzados a lo largo del año ofrecen una perspectiva esperanzadora para el futuro de la atención médica en el país. Uno de los logros más destacados ha sido la exitosa consecución por parte de Zimbabue de los objetivos 95-95-95 de ONUSIDA en la lucha contra el VIH y el SIDA. Esta iniciativa busca que el 95% de las personas que viven con VIH conozcan su estado, que el 95% de los diagnosticados reciban terapia antirretroviral sostenida y que el 95% de los que están en tratamiento logren la supresión viral. Aunque todavía existen brechas, especialmente en lo que respecta a los niños, este logro subraya la efectividad de las campañas de salud en curso. Además, la introducción de la profilaxis preexposición inyectable de acción prolongada Cabotegravir (CAB-LA) representa un avance significativo en la prevención del VIH. Como parte del estudio CATALYST, CAB-LA es ahora uno de varios productos de prevención disponibles, ampliando las opciones para las personas en riesgo de contraer VIH. A pesar de estos éxitos, los desafíos persisten en el ámbito del financiamiento de la salud. Con solo el 10% de los zimbabuenses teniendo acceso a asistencia médica, la carga de los costos de atención médica recae en gran medida sobre los individuos, lo que agrava la presión sobre los sistemas de salud pública. El Diálogo Nacional de Financiamiento de la Salud de noviembre fue un paso crítico para abordar estos problemas, con el objetivo de desarrollar una estrategia local de movilización de recursos. El gobierno aumentó su asignación presupuestaria al Ministerio de Salud del 9.86% al 13.01%, lo cual es un movimiento prometedor hacia un financiamiento de salud más robusto. Se ha puesto un enfoque particular en combatir el cáncer, una enfermedad que históricamente ha planteado desafíos significativos en su manejo. La introducción de un impuesto al azúcar destinado a reducir las enfermedades no transmisibles es una medida proactiva que se espera contribuya a la prevención del cáncer. Los fondos generados por este impuesto están destinados a la adquisición de equipos para el tratamiento del cáncer, ampliando así las instalaciones de tratamiento en todo el país. Este año también ha traído el desafío de las amenazas emergentes a la salud. Tras un brote de cólera que recordaba crisis pasadas, en julio, Zimbabue fue declarado libre de cólera, gracias a la rápida intervención del gobierno y la participación de la comunidad. Sin embargo, el país debe seguir fortaleciendo su infraestructura de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) para prevenir futuros brotes. En agosto, un brote de Mpox en la región africana provocó una acción rápida, y Zimbabue logró contener el virus gracias a un sistema de vigilancia efectivo. Esta capacidad de respuesta rápida resalta la importancia de la preparación en salud pública. Abordar la escasez de profesionales de la salud ha sido otro tema crítico. Zimbabue ha sido clasificado como "en lista roja" por la Organización Mundial de la Salud debido a las altas tasas de deserción entre los trabajadores de la salud. En respuesta, el gobierno ha implementado una Estrategia de Recursos Humanos para la Salud con el objetivo de capacitar, retener y distribuir de manera justa a los profesionales de la salud en todo el país. Las mejoras en salud materna e infantil también han sido notables. Las intervenciones dirigidas han llevado a una disminución en las tasas de mortalidad materna e infantil, con el gobierno enfatizando la necesidad de seguir actuando para garantizar que ninguna mujer muera durante el parto. Iniciativas como la capacitación mejorada para parteras y la mejora de las instalaciones médicas buscan ofrecer opciones de parto más seguras. De cara a 2025, el Ministerio de Salud y Atención Infantil ha establecido metas ambiciosas, incluidas reducciones continuas en la mortalidad materna y perinatal y un mayor acceso a los servicios de salud. Los planes para renovar las escuelas de enfermería y ampliar los puestos de salud significan un compromiso con la construcción de una fuerza laboral de salud sostenible. El panorama de la salud en Zimbabue está evolucionando, y 2024 marca un año crucial de progreso. Al abordar los desafíos en curso y capitalizar los éxitos, la nación está en camino hacia un futuro más saludable, encarnando la esperanza y la resiliencia de su pueblo. Al concluir el año, las perspectivas para 2025 parecen brillantes, con la promesa de seguir mejorando la accesibilidad y los resultados de la atención médica para todos los zimbabuenses.